Curvas y contracurvas. Este camino de cornisa nos abre la puerta al mundo natural permitiéndonos contemplar paisajes únicos. Su traza es parte de la extensa Ruta 40, que une de punta a punta al país. Tiene una longitud de 12 kilómetros, un poco de asfalto y el resto de buen ripio.
Parte del trazado de la Cuesta.
El camino sube y baja alternadamente. Nos encontramos hacia los lados con un mar de cardones, muchos de ellos con mas de 3 metros de altura. Pensar que crecen 11mm por año, es decir, que tienen ¡casi 300 años de edad! Todo una reliquia. Precipicios de mas de 200 metros de altura, y el rojizo de las piedras caracterizan al lugar.
Cardón florecido.
Rio Miranda
El mirador "Bordo Atravesado" es el punto mas alto de la cuesta con 2.020 m.s.n.m. desde aquí se observa el Río Miranda, paredes rojizas del Talampaya y una amplia variedad de colores que cambian con las sombras de las nubes. Uno de los integrantes del grupo lanzó una frase que tal vez resuma todo éste palabrerío: Si Dios existe, vive por acá.
Vista panorámica
Vista desde la cuesta
Nuestro recorrido ese día fue desde Villa Unión, La Rioja, como muestra el mapa, con destino a Londres, Catamarca.
Desde Villa Unión se ve el imponente Cerro General Belgrano, también conocido como Cerro Famatina, con una altura de 6.250 metros, y la belleza de su pico con nieves eternas.