El Chaltén

El Chaltén

El Chaltén se encuentra a 220 km. de El Calafate. Para llegar utilizamos el transporte público. Un micro de la empresa CALTUR.
El Chaltén es un pueblo de montaña, fundado en 1985, se encuentra dentro del Parque Nacional Los Glaciares.

Al ingresar al pueblo, es obligatoria la visita al centro de visitantes, donde nos dan las instrucciones para visitar el parque e información sobre los senderos.

Nos alojamos en el albergue Patagonia, en habitaciones dobles con baño privado, muy nuevas y cómodas. También tienen servicio en habitaciones compartidas.

El Chaltén es el lugar más propicio que he conocido para practicar senderismo, para hacer caminatas autoguiadas, dado que se trata de una red de senderos señalada correctamente. Además abre las puertas para vivir los glaciares y sentir la naturaleza de manera directa.

Para cada caminata es imprescindible proveerse de vianda, el agua no es problema: se toma desde los cursos, sólo hay que llevar un recipiente para cargarla. Existen lugares para acampar.

Panoramica El Chaltén

 ueden hacerse excursiones de trekking sobre los glaciares, tanto sobre el Glaciar Viedma como en El Glaciar del Cerro Torre, que es de mayor exigencia y con escalada en hielo. Estas excursiones son más económicas que en el Glaciar Perito Moreno y están dirigidas por montañistas.

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El Calafate y Glaciar Perito Moreno

El Calafate

Tempano. Imagen para el asombro

El Calafate es la ciudad que nos permite el acceso al mundo de los glaciares y en particular al Parque Nacional Los Glaciares.

La ciudad es agradable, con mucha hotelería y servicios al turista. Tiene hoteles de distinta categoría, hostel y camping.

En cuanto a la gastronomía, comimos muy rico en “La vaca atada” con buena atención y a buen precio.

Glaciar Perito Moreno

La distancia entre El Calafate y los Balcones del Glaciar Perito Moreno, es de 80 km. Usamos el transporte público. Empresa CALTUR. El acceso al Parque Nacional está 45 km. De El Calafate, desde allí se empieza a disfrutar el paisaje, dado que el camino dentro del parque es muy agradable enmarcado con el bosque y el azul del Lago Argentino.

Perito Moreno desde mirador.

Perito Moreno

La primera vista del glaciar, la tuvimos desde la bus, luego nos fuimos acercando a través de las pasarelas. La experiencia es integral para los sentidos: se escuchan los ruidos y a la vez se observan los pequeños rompimientos que sufre el glaciar.

Perito Moreno

Perito Moreno

Este glaciar avanza sobre el continente, la corriente de “El Canal de los Témpanos” ahueca parte del glaciar lo que va formando el puente y que luego con el paso de los años se rompe.

Caminata glaciar

Una gran experiencia es la caminata sobre el glaciar. Puede hacerse en el Perito Moreno o en los glaciares de El Chaltén.

Para la caminata es importante contar con vestimenta adecuada para la nieve, zapatillas cómodas o calzado de trekking .

Existen empresas que ofrecen el servicio, proveen de grampones para caminar sobre la nieve y el arnés de seguridad, es necesario estar saludable y habituado a las caminatas.

La experiencia permite sentir el glaciar, acercarse a sus grietas, los sumideros y a sus cuevas. Observar los diferentes azules y las morenas, que se ven como manchas o líneas oscuras en el hielo y se trata de material rocoso.

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Glaciares Upsala , Onelli y Spegazzini

Nos embarcamos en Puerto de la cruz en el paraje Punta Bandera, ubicado a unos pocos kilómetros de la ciudad de El Calafate, en una embarcación de Fernández Campbell. El guía pertenecía a Parques Nacionales. Navegamos el brazo norte del Lago Argentino.

Desembarcamos en Bahía Onelli, atravesamos el bosque en una caminata de 800 m. por este que es un bosque típico patagónico con lengas, guindos, cubiertos de líquenes, comúnmente llamados “barba de viejo” por la forma que cuelgan de los troncos. Llegamos a la Laguna Onelli, desde allí se pueden observar los glaciares Onelli, Agassiz y Bolado. La laguna tiene pequeños témpanos, es decir, pequeños desprendimientos del glaciar.

En este lugar se encuentra un restaurant, pero es más agradable hacer un pic-nic en la laguna Onelli con una vista única a los glaciares, la laguna y los témpanos.

Volvimos a embarcar, y nos acercamos al Glaciar Upsala, durante la navegación nos acercamos a grandes témpanos, debido a que se encuentra en una laguna muy profunda (1.000 m.). Estas masas de hielo desprendidas son muy variadas, tanto en su forma como en su color. Algunos témpanos se ven más azulados que otros, son aquellas partes que han estado sumergidas.

El glaciar Upsala es el de mayor tamaño luego del Glaciar Viedma. La altura de sus paredes oscila entre 60 y 80 m. La embarcación se acerca a las paredes, el glaciar se impone inmenso. Tuvimos la suerte de ver un importante rompimiento de una de las paredes, cuando estábamos muy cerca del glaciar, el estruendo estremece y las olas irrumpen en la tranquila laguna.

Por último, pudimos observar el Glaciar Spegazzini, es muy bello, ya que se encuentra enmarcado en la montaña. Es el glaciar más alto, tiene entre 80 y 135 m. de altura.

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Villa General Belgrano, Córdoba

En esta localidad cordobesa, conocida por sus ricas cervezas artesanales, nos alojamos solo por dos días, que nos bastaron para llevarnos un excelente recuerdo del lugar. En Villa General Belgrano hay varias fiestas tradicionales como, entre ellas se encuentran: Fiesta del chocolate alpino, Fiesta de la Masa Vienesa, y la mas reconocida de todas que es la Fiesta Nacional de la cerveza, el Oktoberfest. Fiesta que se celebra desde 1964 y se desarrolla durante el primer y segundo fin de semana de octubre, recordando la cosecha de la cebada en Alemania. Desde 1972 ha sido declarada Fiesta Nacional.
El pueblo comenzó a crecer en 1932, y tuvo su época de gran expansión en 1940 con la llegada de inmigrantes de origen Alemán, Suizo y Austríaco. 
Su ubicación es buena. A solo 86 kilómetros está Córdoba Capital, y muy cerca de la Villa, siendo uno de los puntos turísticos mas visitados, se encuentra el Valle de Calamuchita, donde está el pico más alto de Córdoba, el Cerro Champaqui, al cual hicimos un trekking de unos días.


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Barril de cerveza en plaza céntrica

Desfile de la Fiesta Nacional de la Cerveza, Oktoberfest

Municipio en el centro de la Villa.

La fisionomía del pueblo es típico al de uno alemán, sobresaliendo las casas bajas con techos de tejas, insertas en la montaña.
Respecto a la gastronomía y al alojamiento, no tenemos ninguna queja. Fuimos en enero de 2010 y la verdad que la atención es muy buena, así como las comidas. Nosotros nos hospedamos en una cabaña sobre la ruta provincial 5 . Queda en las afueras del pueblo, pero está cerca del centro, aunque por su tranquilidad parecería que esté muy alejado.
Su clima es templado continental, con inviernos fríos, veranos cálidos y una temperatura media anual que oscila entre los 10 y 19°C. La época húmeda es en el verano, por lo que se registran en ésta parte del año la mayor cantidad de lluvias.
En síntesis y personalmente, es un punto al que hay que visitar, aunque sea ir por uno o dos días. Lo ideal es quedarse una semanita y disfrutar. Lo decimos por experiencia, ya que nosotros fuimos solo 2 días y nos quedo sabor a poco. Además tiene unos cuantos puntos turísticos de gran interés, en las cercanías de la Villa, para visitar.

Te invitamos al senderismo en el Cerro Champaquí

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Mar de las Pampas, vivir sin prisa

No correr, ir despacio, sin prisa... Desconectarse de las megas ciudades donde estamos, para adentrarnos en un mundo mas natural. Copiosos bosques reemplazan al hormigón de nuestras las edificaciones; el ruido de los motores se cambian por el cantar de los pájaros, y el sonido de los árboles moviéndose por el viento; grandes, anchas y solitarias playas, para que el descanso sea total. En síntesis, eso es Mar de las Pampas.

Se encuentra a solo 6 kilómetros de Villa Gesell. Lo que hace mas integrador al lugar, ya que pueden convivir los que les gusta la tranquilidad, con los que no quieren alejarse "tanto" de las ciudades.


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Centro

Centro

Anchas playas

árboles

Hay diversas actividades como paseos a caballo; deportes acuáticos (moto de agua, windsurf, esquí, entre otros); sandboard; caminatas; etc. Entre los paseos, hay una visita al Faro Querandí en 4x4. Si se cuenta con un vehículo de estas características, para el lado del Faro hay playas mas anchas y mas desoladas todavía. Allí se suelen encontrar pescadores, debido a que muy cerca de la costa se forma un piletón bastante profundo, pudiéndose pescar peces de tamaños considerables. Se han llegado a sacar cazones (tiburones bebé).

El centro. No se trata de un tradicional centro comercial, sino que es mas bien un lugar donde se integran los comercios con el bosque y la naturaleza autóctona.

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Cacheuta. Termas sobre la nieve en Mendoza

Cacheuta, es un pueblo mendocino al cual se accede por la ruta 82. Antes de llegar, y sobre la ruta hay varios hoteles con termas. Entre ellos está el Termas Cacheuta, al cual fuimos nosotros..
El hotel esta bueno. Hay que tener en cuenta a que lugar se va, ya que uno puede quejarse porque el hotel no brinda el confort necesario teniendo en cuenta su precio. Por dar un ejemplo, no hay televisores en las habitaciones, el hotel es medio viejo (no está venido abajo ni mucho menos, solo es viejo), hay internet solo a la noche, entre otras cosas. Pero teniendo en cuenta que el hotel está prácticamente en el medio de la nada, con un paisaje maravilloso y una vista única, la ecuación cambia. No creo que vayas ahí a mirar los noticieros o la programación de Capital Federal porque realmente no da. Es un lugar para desconectarse del quilombo y conectarse con la naturaleza.
Como les mencione en la publicación anterior Uspallata, Puente del Inca - Mendoza, perdí casi todas las fotos que tenía.
Les muestro lo que tengo...

Próxima Parada: Uspallata y Puente del Inca

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Uspallata, Puente del Inca - Mendoza

Pasamos por Uspallata, Departamento por donde convergieron dos ejércitos antes del cruce de los Andes. Haciendo un punto en este momento histórico. El hecho de estar en el lugar, nos hace reflexionar y tomar dimensión de lo que fue el cruce de los Andes hace 200 años. Tal vez, desde la comodidad de la casa, con calefacción y con todo al alcance de la mano no se tome en cuenta que estos tipos cruzaron en mula y a caballo, con escasos abrigos, sin saber bien por donde había que ir (no había ni GPS ni gallegas que nos guíen) y sabiendo solamente, nada mas y nada menos, que del otro lado los esperaba la potencia bélica mas importante del mundo.
Entre Uspallata y el Puente del Inca hay una réplica de uno de los puentes por el cual cruzó San Martín con el ejercito de los Andes. Hay simplemente un cartel, que no está en las mejores condiciones, 10 metros antes del camino que lleva a éste puente. Hay que estar atentos porque de lo contrario no se lo ve ni a palos. Perdí todas las fotos del puente sanmartiniano y casi todas del viaje, solo me quedan las que les muestro porque las tenía en otro lado. La verdad que sí, un bajón... 
Ya con su párrafo dedicado a la historia seguimos camino hacia Puente del Inca. Se encuentra cerca de Uspallata, a unos 70 kilómetros que se pasan rapidísimo al contemplar a semejantes montañas con nieves eternas, de las cuales, algunas de ellas toman varias tonalidades; quebradas; ríos, algunos congelados; en síntesis es fantástico ver todo eso junto.
Por lo general, la gendarmería pide que lleves las cadenas para ponerle a las ruedas del auto para evitar resbalar. Hay que tener cuidado (siempre hay que tenerlo), al manejar, porque la ruta puede tener zonas congeladas y si la velocidad no es la adecuada o se hace una mala maniobra podes terminar cayendo 200 metros en caída libre, poco feliz... Hay cruces en recuerdo a fallecidos en algunas curvas. O sea que ha pasado, no es una locura lo que digo.

Llegando al Puente del Inca

 El color amarillento del Puente es debido al alto contenido de azufre que posee. Su estructura es solida y natural. Se formo por el deposito que dejaban el paso de aguas termales a lo largo del tiempo. Lo solían usar los Incas como parte de sus extensos caminos, de ahí proviene su nombre.

Vista

Estalactitas recubren todo el Puente

Por otra parte, la construcción que se observa debajo del puente era un hotel, llamado Puente del Inca, que fue abandonado luego de un derrumbe en 1965.
En los alrededores hay un comedor, donde comimos un rico guiso. Imaginarán que con el frío que hacia vino como anillo al dedo. También hay varios vendedores de cosas típicas, como ponchos, gorros, guantes, buzos, piedras talladas, mates, y un sin fin de cosas mas.

Puente del Inca y su hotel abandonado

Intentamos ir hasta la base del Aconcagua, pero el camino no estaba transitable por el congelamiento de la ruta, por lo que la gendarmería no nos permitió el paso.

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Shincal, ruinas de una Ciudad Inca

A la tardecita del 6 de enero llegamos a Londres, Catamarca. Aquí hay una reliquia, que está prácticamente dejada de lado. Se trata del Shincal, o también llamado Shincal de Quimivil, que actualmente son las ruinas de una antigua ciudad Inca, la segunda en importancia después de Cuzco y la primera en importancia a nivel Argentina, siendo, a su vez, la capital administrativa, la cual estaba unida a los 25.000 km de caminos del imperio que convergían en Cuzco. El clima se asemeja mucho, al de la Capital Inca, su clima, vegetación, época húmeda y seca, etc. La hacen prácticamente Cuzco, pero en Argentina.

Maqueta de las ruinas

En el museo de El Shincal, los guías muy amablemente nos muestran a las poblaciones que vivían en la zona, porque además de los Incas, también se encontraban los Diaguitas, entre los mas popularmente conocidos. Los guías nos dan cátedra sobre la Ciudad y como vivían los Incas allí. Luego uno puede ir viendo todos los restos arqueológicos, el museo es pequeño, pero tiene una vasta cantidad de información muy interesante para el turista con ganas de aprender. Hay desde restos humanos hasta lanzas, vasijas y cerámicos. El precio de la entrada era muy económica, solo $5 por persona. Si uno quiere ir a las ruinas de la ciudad, lo ideal es ir con un guía para entender de que se trata, y su costo es a voluntad.

Que gran lugar eligieron los Incas. ¡Que paisaje!

Vista desde el Templo de la Luna al Templo del Sol

Saliendo del museo, vamos directo a las ruinas con nuestra guía, Rosa. Llovía, ni fuerte ni despacio, pero caía en forma constante y el frío se hacia sentir (los 'calorones infernales' de Catamarca del que tanto hablan los Porteños, siguen brillando por su ausencia). Rosa, no paraba de hablar, una masa. Nos contó la historia del imperio. No le importó la lluvia ni el frío, ni nada.
La primer parada es en el Templo de la Luna, sitio donde los Incas adoraban a nuestro satélite. Luego hacemos una recorrida por la plaza central; el galpón donde guardaban alimentos y demás producciones; le dimos un vistazo al lugar donde deberían estar las casas de los trabajadores. La sociedad Inca estaba dividida, por un lado los trabajadores junto a sus hijos y mujeres, y por el otro los guerreros reconocidos, chamanes, los líderes nativos, etc. Luego del Templo de la Luna, fuimos al Templo del Sol. Se trata de un cerro mas alto que el de la Luna, y está ubicado al Oeste de la ciudad, punto cartesiano por donde se pone el sol.

Dejamos dos videos, donde explicamos mas detalladamente todo. Es mas lindo el material multimedia...
El primero es del Templo de la Luna, y el segundo del Templo del Sol.

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